Un conte per començar l'any

Vinga, negrots. He decidit treure del rebost dels contes un dels que fa temps que us tinc reservats. Com sabeu, de tant en tant m'agrada penjar algun relat que pugui sorprendre o generar estranyesa (o directament por), però normalment intento dosificar-los adequadament. 

Avui, per començar l'any laboral després de la voràgine nadalenca, he pensat en aquest, que no arriba a ser de terror, però té el seu "què". Espero que us agradi.   

Fins aviat, negrots.

Las gafas, de Matías García Megías

Tengo gafas para ver verdades. Como no tengo costumbre no las uso nunca.

Sólo una vez...

Mi mujer dormía a mi lado. Puestas las gafas, la miré.

La calavera del esqueleto que yacía debajo de las sábanas roncaba a mi lado, junto a mí.
El hueso redondo sobre la almohada tenía los cabellos de mi mujer, con los rulos de mi mujer.
Los dientes descarnados que mordían el aire a cada ronquido, tenían la prótesis de platino de mi mujer.
Acaricié los cabellos y palpé el hueso procurando no entrar en las cuencas de los ojos: no cabía duda, aquello era mi mujer.
Dejé las gafas, me levanté, y estuve paseando hasta que el sueño me rindió y me volvió a la cama.
Desde entonces, pienso mucho en las cosas de la vida y de la muerte.
Amo a mi mujer, pero si fuera más joven me metería a monje.